martes, 23 de enero de 2018

Lo que se presumía: es inminente la intervención al convulsionado Mandiyú

Lo que se presumía: es inminente la intervención al convulsionado Mandiyú
Desde el gobierno maquinan la idea de tratar de encauzar el rumbo del club, ya que los dirigentes no pudieron poner orden. 

En las últimas semanas y tras haber arrancado la pretemporada bajo las órdenes de Pablo Suárez, las turbias aguas en Deportivo Mandiyú parecían haber ingresado en una calma total y absoluta. Sin embargo, nada de esto sucedió y los cruces y el enorme cortocircuito dirigencial continuó agravándose. 

En la semana se lo vio al actual presidente, Juan Ignacio Igarzábal, corriendo de un lado a otro tratando de destrabar el pago de Lotería Correntina, para poder abonarle al plantel el sueldo de diciembre que aún está pendiente, y cuyo cobro no puede efectivizarlo como consecuencia de que desde el entorno de Gonzalo Saravia (también se arroga la presidencia del club) y Carlos Báez Dacunda le pusieron varios obstáculos para que no pueda hacerlo. 


Lo cierto que este episodio se suma a todos los anteriores que acontecieron en los últimos tiempos, y habrán cansado al principal sponsor, el Gobierno de la provincia de Corrientes. Desde las altas esferas gubernamentales no estarían dispuestos a seguir soportando todas estas desprolijidades y tendrían tomada la decisión de que actúe la Justicia, y se nombre un interventor para que pueda encauzar el rumbo de una institución que, además, en lo deportivo tampoco la vida le sonríe. 


Ya se habría contactado un alto ex funcionario de la Casa Rosada con algunos dirigentes y ex dirigentes durante los primeros días de enero, y empezó con los primeros movimientos para que la intervención al club sea solo cuestión de días. La cuestión patrimonial de Mandiyú tendría hoy una deuda total que oscilaría los dos millones de pesos, y que incluso llevó a Igarzábal a endeudarse de manera grossa con algunos prestamistas, en su afán de cumplir con los compromisos asumidos, pero que solo sirven para tapar agujeros, pero incrementando ferozmente el pasivo. Incluso algunos sponsors privados también le habrían soltado la mano. 


Hasta hoy el club no tendría divisas ni para asegurarse el arrendamiento de la cancha de Huracán Corrientes, por lo que la situación es verdaderamente acuciante. Desde el entorno de la actual conducción espetaron: Saldrían no más con su gusto Saravia y compañía, ya que el club no les interesa para nada.

FUENTE: DIARIO NORTE

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