lunes, 29 de junio de 2015

Quinta a fondo

Argentina ganó tres de las cuatro semifinales disputadas en Copa América. Nos preparamos para un nuevo desafío...


La edición de 1987 se celebró en tierras albicelestes, por lo que el equipo de Carlos Bilardo se ubicaba en lo más alto del podio de favoritos. Sin embargo, su camino hacia la gloria se vio obstaculizado por Uruguay, que quería conqusitar su segundo campeonato consecutivo (sumando el de 1983). Así pues, un Monumental repleto vivió una de sus noches más tristes, porque uno de los delanteros estrella charrúas, Antonio Alzamendi, marcó el único tanto de un partido que amargó la fiesta en el país. Luego, el elenco comandado por Roberto Fleitas se consagró campeón.

Y de allí data la primera imagen de Argentina en una semifinal de Copa América. Sí, la primera vez debido a que en la mayoría de las ediciones anteriores el sistema definitorio era de liguilla. Se trató de un comienzo un tanto oscuro para la Selección en esta instancia. Pero luego, lógico, el orgullo y grandeza de nuestros jugadores cambiaron el curso de la historia...

El tiempo de revancha llegó en 1993. Claro, en aquella recordada última vuelta. Y la sede fue el Monumental, pero esta vez el de Guayaquil (Ecuador). Allí, la batuta de Alfio Basile enfrentó a Colombia con intenciones de llegar al ansiado último escalón del certamen, que ya tenía a México esperando. ¿Cómo terminó aquel capítulo? Con victoria argentina, gracias al 6-5 en los penales tras empatar 0 a 0 en un duelo colmado de estrellas. Jorge Borelli convirtió ese último tiro en un grito al unísono que retumbó hasta el día de la final y sirvió para ganarle 2-1 a los mexicanos. De esa forma, nuestra bandera se instaló en lo más alto de América por segunda vez consecutiva (campeones también en 1991).

Debieron pasar once años, en tanto, para que Argentina recobrara una plaza entre los cuatro mejores del continente. Fue en la Copa América celebrada en Perú. Y podría haberse tratado de una revancha cafetera; pero la alegría volvió a teñirse de celeste y blanco. En el Estadio Nacional de Lima, el panorama fue contundente, ya que Tevez, Lucho González y Sorín no dieron lugar a las ilusiones colombianas. Junto al pitazo final de Gilberto Hidalgo, quedó un 3-0 para el recuerdo. Luego, una fatídica final ante Brasil magró el objetivo argentino (fue derrota 4-2 en penales tras igualar 2-2 en tiempo reglamentario).

Para la siguiente edición, la destreza del Seleccionado Nacional nos llevó a todos a las semis otra vez. El 2007 nos encontró en territorio venezolano, y el rival fue México. De este nuevo duelo elitista derivaron secuencias imborrables, como la del segundo gol argentino, ejecutado por un joven Messi (usaba la 18 en ese entonces). ¿Cómo fue? Pase de Tevez abriendo la cancha y Leo, sacándole lustre a su botín izquierdo, picó la pelota sobre la humanidad de Oswaldo Sánchez, que se quedó atónito, como todo el Estadio Cachamay de Puerto Ordaz, ante la definición de quien ya se postulaba como uno de los candidatos a ser el mejor del mundo.
Ahora bien, eso no fue todo, porque el cotejo terminó 3-0 gracias a los goles de Heinze y Riquelme, que sumaron alegrías para determinar el pase a la final. Y en aquella última instancia, Argentina perdió nuevamente frente a Brasil.

Chile 2015 vuelve a encontrar a la Albiceleste entre los cuatro mejores. Esta vez, el que estará del otro lado del campo de juego será Paraguay para disputar un duelo inédito, ya que nunca se cruzaron ambas selecciones en etapa de eliminación directa. El recorrido llegó a su tramo más adrenalínico. Y Argentina, por su parte, tiene una cuenta pendiente. Un anhelo demorado...


FUENTE:AFA - Lucas Gaioli

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