lunes, 24 de febrero de 2014

“De las derrotas siempre hay que aprender”


Un duro golpe le acertó Argentino de Junín a Regatas Corrientes, al superarlo claramente por 105 a 74. La forma, la manera, caló hondo, dejando atrás un invicto de 34 partidos al hilo ganado en casa. Con mucha autocrítica, después de la categórica derrota, el técnico Nicolás Casalánguida dijo “de las derrotas siempre hay que aprender”.
“No soy amigo de la frase hecha: “dar vuelta la página”, porque creo que es subestimar una derrota, no tener humildad. De las derrotas siempre hay que aprender, para seguir corrigiendo errores y profundizar en lo que uno considera puede seguir mejorando”, comenzó diciendo el técnico de Regatas Corrientes, Nicolás Casalánguida, después de la categórica derrota ante Argentino de Junín por 105 a 74.

“Ahora necesitamos volver a entrenar. Son días de muchos partidos y descansos, pero de pocos entrenamientos. Necesitamos volver a prepararnos bien para el próximo partido, y en este sentido estoy convencido que el personal que tenemos, y todos, vamos a dar una mejor cara para recibir a Lanús”, siguió comentando el entrenador en relación al juego de este miércoles ante el “Granate”; reprogramado de la decimosexta fecha.

Consultado si saca algo positivo de esta derrota, Casalánguida fue contundente al afirmar que “hoy (por el domingo) hicimos todo mal, muy pocas cosas bien, por lo que siempre me preocupa perder, pero más que nada me ocupa ya que sabemos que hay cosas por hacer, por mejorar. Lo más importante es que la Liga continúa, que nos quedan muchas fechas, y que nuestros objetivos están intactos”.

Respecto a las sensaciones que tuvo a lo largo del juego, especialmente en el último cuarto en donde se buscó dar vuelta la historia pero se fracasó, Casalánguida fue muy sincero al sentenciar “se genera una sensación de que en algún momento lo vas a dar vuelta, y eso conspiró con nuestra forma de juego”.

“Los 34 partidos invictos, la gente, te hace pensar de esa manera, y nosotros lo buscamos con un juego dinámico, con posesiones mucho más cortas y tiros rápidos (6/31 en triples, 24/42 en dobles, y 8/13 en simples) para acortar la ventaja, y al final Argentino sacó provecho de esa forma para ganarnos por más de 30 puntos”, prosiguió.

“Hay que reconocer los méritos del rival –continúo-. Argentino jugó un buen básquetbol, encontró una muy buena efectividad (9/18 en triples, 26/36 en dobles, y 26/28 en simples), y nosotros no estuvimos a la altura de lo que venimos jugando, ni en concentración, ni en el cambio de mentalidad durante el juego, no pudimos estar sólidos ni contundentes en ningún momento”.

Respecto a la forma en que se dejó escapar el invicto de local, que llegó a 34 partidos, Casalánguida dijo en el final que “siempre dijimos que algún día íbamos a perder en casa. Sabíamos que esto iba a pasar, seguramente no nos gusta la manera, muy fea de perder, pero nunca nos creíamos invencibles de local. No nos creíamos los mejores del mundo cuando ganábamos, ni tampoco los peores después de esta clara derrota”.

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