Por Mariano
Iannaccone
La primera etapa
del Rally de Merzouga, disputada este lunes, presentó a Lucas Innocente la
verdadera dificultad de una competencia concebida por los mismos organizadores
del rally Dakar y que debe servir como un auténtico terreno de preparación para
la máxima aventura del deporte motor. Como primer episodio del circuito
internacional Dakar Series 2016, el raid africano comenzó a desgastar a los
participantes y a sus máquinas. Y Lucas supo afrontar el desafío inicial.
Con salida y
llegada en Merzouga, localidad del sudeste marroquí, la etapa consistió en
cruzar primero grandes dunas y seguir después hacia el llamado Erg Chebbi, uno
de los sectores más difíciles del desierto, por la particularidad de la arena;
los ergs eran famosos obstáculos que en las ediciones del París-Dakar solían
cobrarse importante número de abandonos, incluso de los pilotos más
experimentados. De hecho, el Rally de Merzouga recobra el espíritu del Dakar
africano…
“En los primeros
kilómetros de la etapa, realmente anduve muy bien, con un cuatriciclo que es
notablemente ágil, dócil, estable y muy rápido. Todo era placentero en el
trayecto inicial. Pude, incluso, superar a cinco competidores, de los cuales
cuatro iban a bordo de cuatris Raptor 700 y uno con un Can-am”, nos contó Lucas. Pero después de ese buen arranque, llegaron las
primeras situaciones dramáticas: “En el kilómetro 40, la torre de navegación
del cuatri comenzó a desprenderse, así que la navegación se convirtió en un
gran problema. Tuve que parar a atarla como fuera para poder seguir”.
La navegación es uno de los factores clave en una prueba como el Rally de
Merzouga.
Acostumbrado y
preparado para la fatiga de las máquinas en las más exigentes competencias de
rally raid, Lucas, que ya corrió en dos ediciones del Dakar y está afrontando
su sexto evento del circuito preparatorio Dakar Series, no titubeó al tener que
solucionar el inconveniente y seguir adelante lo más rápido posible. Es que ese
espíritu de garra mezclado con la pasión por el deporte es el que hizo que en
enero pasado Lucas se convirtiera en el primer correntino en alcanzar el podio
del Dakar.
Pero,
lógicamente, el ritmo ya no podía ser el mismo que con la torre de instrumentos
de navegación en perfectas condiciones. “Iba haciendo girar el road book con la
mano, con lo que significa eso en términos de desconcentración…y así. Más
adelante, estuve perdido por unos 15 minutos hasta que encontré nuevamente el
rumbo correcto. Y también, al no tener bien los instrumentos de navegación,
atravesé algo excedido zonas de velocidad limitada, por lo que fui penalizado
por la organización”, confesó.
Pero la
orientación no sería el único percance de Innocente en la primera etapa. “En
el reabastecimiento de combustible, cuando quise volver a colocarme el casco y
seguramente por el gran calor que hacía -unos 50 grados en pleno desierto del
Sahara-y la deshidratación, comencé a sentir nauseas y tuve vómitos. Cada vez
que me volvía a poner el casco, de nuevo me descomponía. Pasaron unos 4 o 5
minutos hasta que pude salir del reabastecimiento”, relató.
“Finalmente, en
los últimos kilómetros, logré ir a un ritmo rápido, que me permitió recuperar
posiciones. De hecho, volví a superar a otros competidores”. Al final de la jornada, Lucas estaba séptimo en la clasificación
general de cuatriciclos, con el mismo tiempo neto de quien le precede, pero al
ser recargado con 1 minuto se posiciona en la séptima plaza. El puntero de
Quads es nada menos que el checo Josef Machacek, ganador de seis ediciones del
Dakar en cuatris; cinco de ellas justamente en África.
Al caer el sol,
el equipo español XRaids trabajaba a
destajo sobre el vistoso cuatriciclo de Innocente. La máquina fue revisada y
reparada para la segunda etapa, que se correrá este martes y es considerada
como el “gran filtro”. Indudablemente, el Rally de Merzouga ha comenzado…
PRENSA INNOCENTE RALLY MERZOUGA 2016 – DAKAR SERIES
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