viernes, 19 de diciembre de 2014

Primer Torneo de Natación Inclusiva “Copa Valentín Haüy”

Se desarrolló este viernes en la piscina climatizada del Club de Regatas, el Primer Torneo de Natación Inclusiva “Copa Valentín Haüy”, del que participaron más de 20 jóvenes ciegos, disminuidos visuales, hipoacúsicos y con transtornos motrices.

El acto de apertura fue presidido por el ministro de Coordinación y Planificación, Eduardo Vischi, acompañado por el secretario de Deportes, Jorge Lucietti, el director del Centro de Rehabilitación “Valentín Haüy”, Ricardo Núñez, y el presidente del Club de Regatas Corrientes, Emilio Lanari.

Vale mencionar la presencia de familiares de los chicos participantes, profesores de natación y personal del Valentín Haüy.

Participaron 21 competidores provenientes de las siguientes instituciones: Centro de Educación Física Nº 18, Mi Club, Crecer con Todos y el Centro de Rehablitación “Valentín Haüy”.

La Secretaría de Deportes donó las copas y medallas que se entregaron en la ceremonia de premiación.

Cabe señalar que la destacada nadadora regatense, Luciana Gómez Devecchi, que viene de consagrarse subcampeona nacional en Córdoba, fue una de las encargadas de entregar los diferentes premios, siendo la madrina de la competencia.

Ganadores de la vida

Por su parte, Ricardo Núñez, el máximo responsable del Centro de Rehabilitación para Ciegos y Disminuídos Visuales “Valentín Haüy”, expresó que el “deporte nos acerca, nos iguala y nos incluye y por eso estamos felices de ver el grado de participación y compromiso de estos chicos”.

Núñez dejó en claro que “todos ellos son ganadores, acá no importa quién es primero, segundo o tercero. El solo hecho de ingresar a la pileta los hace ganadores de la vida” y acotó: “Este es el primer paso que damos y aspiramos a que este torneo siga creciendo e incluyendo a más correntinos”.

Ricardo Núñez puso de relieve para concluir que el deporte es “inclusión, es apostar a una vida sana, a una mente sana y a crecer siendo mejores personas. Eso es lo que queremos para estos jóvenes”.

Proyecto que fue creciendo

A su vez, la licenciada Silvia Romano, del equipo de trabajo del Valentïn Haüy, comentó que este proyecto se remonta al año 2006, teniendo en cuenta lo importante que iba a ser para los chicos aprender a nadar.

“Así, comenzamos con 6 chicos y el proyecto ha ido creciendo luego de ocho años”, detalló y luego explicó que “nos fijamos como metas no utilizar técnicas de ciegos para el nado, sino que se les enseñó la técnica convencional de las personas videntes, para que la inclusión sea apropiada”.

“Se les enseñó movilización, destreza, coordinación y a sortear obstáculos”, prosiguió Romano, que con suma satisfacción señaló que “el desplazarse solos por la pileta hizo que los chicos adquieran confianza. Fue un enorme desafío y la felicidad de los chicos fue el principal parámetro”.

“Por sobre todas las cosas, apuntamos a que aprendan a adaptarse a la sociedad sin temores, seguros de sí mismos”, concluyó Romano.

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